Actualización - Congestión global en puertos
Señales de alerta para la cadena de suministro.
Durante las últimas semanas, la logística internacional ha vuelto a enfrentar altos niveles de congestión portuaria, generando retrasos, alzas en las tarifas de flete y una creciente presión sobre importadores y exportadores. Lo que inicialmente parecía una recuperación progresiva del comercio global, hoy muestra síntomas de desajuste que podrían extenderse durante los próximos meses.
Europa: saturación en los principales hubs
En el norte de Europa, puertos clave como Hamburgo, Bremerhaven y Amberes han visto aumentar sus tiempos de espera de forma considerable. Esta situación responde a una combinación de factores: escasez de personal por vacaciones y huelgas, interrupciones logísticas internas —como los bajos niveles del río Rin que dificultan el uso de barcazas—, y un aumento abrupto en los volúmenes de carga
tras semanas de relativa estabilidad. La incertidumbre generada por la posibilidad de nuevos aranceles desde Estados Unidos hacia la Unión Europea también ha influido en el comportamiento de los embarcadores, quienes han buscado adelantar operaciones antes de posibles ajustes comerciales.
Asia y Estados Unidos: efecto rebote de la demanda
En Asia, varios puertos estratégicos como Shanghai, Ningbo y Busan están enfrentando demoras operacionales debido a un repunte inesperado en la demanda. Esta alza también se relaciona con una ventana temporal en la que EE.UU. redujo ciertos aranceles para productos chinos, incentivando la salida de órdenes que habían estado detenidas.
El impacto no tardó en sentirse en la costa oeste y este de Estados Unidos, donde el número de buques esperando atraque ha aumentado considerablemente. Esto genera cuellos de botella en la recepción de mercancías y congestión adicional en terminales terrestres.

Tarifas al alza y espacios limitados
Como consecuencia directa, las tarifas spot en las rutas más demandadas han registrado incrementos sostenidos. En rutas como Shanghái–Los Ángeles o Shanghái–Nueva York, se observan subidas de dos dígitos en pocas semanas. Además, se han aplicado aumentos generales de tarifas (GRIs) desde mediados de mayo, que podrían mantenerse —e incluso repetirse— durante junio y julio.
Sumado a esto, muchas navieras ya reportan que los espacios disponibles para junio están prácticamente agotados, y las reservas para julio se están cerrando con semanas de anticipación, muchas veces sin garantía firme de carga.
Desafíos para los importadores chilenos
Este escenario obliga a las empresas importadoras y exportadoras a tomar decisiones complejas:
asegurar espacio con mayor antelación, asumir mayores costos de transporte y, en muchos casos, incrementar sus niveles de inventario para evitar quiebres de stock.
Además, se mantienen otros factores de presión como los desvíos por el Mar Rojo, el inicio anticipado de la temporada alta en el comercio transpacífico y la incertidumbre política y comercial a nivel internacional.
En Magnum Chile recomendamos:
- Planificar embarques con al menos 4-6 semanas de anticipación.
- Evaluar rutas alternativas que permitan mayor flexibilidad.
- Mantener una comunicación constante con sus ejecutivos para anticipar posibles disrupciones.
El entorno logístico actual exige más que nunca una estrategia basada en resiliencia y capacidad de adaptación. En Magnum Chile seguimos monitoreando de cerca la situación global para ofrecer soluciones oportunas y eficaces a nuestros clientes.
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